La fábula de la “Empresa “   por Fernando Álvarez

            -Todo empezó de una manera simple y sencilla, como empiezan todos los negocios. Podía decirse que daba la apariencia de una empresita familiar, pero aunque tenía padres y varios hermanos fue él solo quien creó y desarrolló el negocio. Mientras él lo llevó era un negocio de pueblo y para el pueblo y lo más llamativo del mismo y seguramente la razón de su éxito, era que sus clientes eran únicos, gente a la que jamás nadie les había ofrecido nada que se pudiera adquirir porque ellos eran absolutamente insolventes, una clientela sin duda atípica: pobres de conmiseración, desvalidos, furcias y chulos, delincuentes de poco pelo, tarados y enfermos de cualquier lacra, viudas y repudiadas, en definitiva una clientela oprimida, marginada y mal vista por la gente normal, la bienpensante y no digamos la que partía el bacalao.

     -¿Y por qué el éxito ya desde el principio? Por el producto que vendía el fundador de aquella empresa, algo muy novedoso y muy idóneo para la clientela a la que iba dirigido: se trataba de palabras, de palabras de amor y de esperanza, palabras consoladoras de las que carecía aquella clientela y de las que además estaba muy necesitada. Aquel producto era como un alucinógeno, como un chute que los transformaba, dejaban de ser escoria humana, casi o peor que animales, y entraban en un estado de beatitud esperanzada.

      -Aquella pequeña empresa, la gestionaba él solo pues la familia lo despreciaba y lo tenían como un “chalao “… ¿cómo se podía vender algo que para ellos era como vender humo y además a unos clientes que no tenían donde caerse muertos? ¿Qué iba a conseguir de aquella tropa de desgraciados?...Y la verdad es que no les faltaba algo de razón.

       -Como los clientes iban aumentando (este tipo de consumidores suele ser muy abundante) contrató a unos cuantos comerciales para que le ayudaran en el negocio aunque durante un buen tiempo se tuvo que dedicar a prepararlos y entrenarlos con un éxito desigual, por lo que los destinaba prioritariamente a tareas de intendencia.

      -Nadie sabía cómo aquel tipo serio y un poco desaliñado, que vestía una túnica raída y caminaba descalzo, se había hecho con aquel producto que era del todo nuevo y desconocido por aquellas tierras y que tanto interés despertaba: unos decían que lo había adquirido en el extranjero, muy lejos de allí, pero otros decían que eran un producto de su invención pues la naturaleza lo había dotado de ese gran don. Y poco a poco el negocio crecía, y como todo negocio que pinta bien, en seguida le salen competidores, muchos de ellos poco leales; la cosa es que no se sabe bien si por pura envidia o porque la calidad del producto generó un gran temor de que arrasara con otros negocios de la palabra ya bien arraigados, lo cierto es que todo ello condujo a un gran complot que llevó a unos cuantos confabulados a quitarse de en medio a aquel buen empresario de la palabra.

       -El equipo de comerciales de la palabra del empresario asesinado quedó desconcertado pues el dueño no les había llegado a dar aún la alternativa, quedaron como muy acojonados y acongojados temerosos de que los mismos sicarios, tal y como viene ocurriendo desde que el mundo es mundo, fueran también a por ellos. Pero no, no les pasó nada y durante un tiempo siguieron reuniéndose y contándose, magnificándolas, todas aquellas experiencias comerciales que habían vivido con el empresario de la palabra.

        -Y he aquí que cayó por allí un avispado hombre de negocios que también se dedicaba al comercio de la palabra en otras empresas de la competencia. Como buen comerciante había estudiado aquella empresa que en muy poco tiempo había multiplicado la clientela y aunque no llegó a conocer personalmente al fundador y fabricante de palabras tan extraño y extraordinario que arrasaba entre aquellas pequeñas aldeas, sí se percató del capital potencial de la empresa y en seguida se hizo socio del negocio aprovechando que los antiguos comerciales de la pequeña empresa , ya socios, estaban todavía en estado depresivo y además no habían demostrado ser ninguna lumbrera en el negocio de la palabra.
       -Era hombre de mucha energía, un tanto histérico pero con una gran visión comercial, y lo primero que hizo fue crear sucursales en otras provincias y regiones pues tenía una gran experiencia, y si bien chocó con el equipo comercial del fundador, pronto se hizo con la presidencia de la empresa dejando a uno de los antiguos comerciales como presidente honorario. En seguida se puso a reorganizarla, y la convirtió de una empresita familiar y local en una mediana empresa que incluso desbordaba las fronteras locales: la dotó de cuadros: jefes, encargados y subalternos amén de una mejora en los equipamientos (es decir creó y dio forma al “aparato empresarial”), y como buen conocedor de los gustos de los nuevos mercados y de la nueva clientela adaptó el producto del fabricante-fundador en algunos apartados, por ejemplo en los referentes al propio objetivo del negocio, a los cometidos del personal femenino, a las técnicas de captación de nuevos clientes o a la relación con empresas multiservicios dominantes.                    Retocó también los estatutos fundacionales que aunque no estaban escritos el equipo comercial lo conocía muy bien…es decir hizo un “aggiornamento” del negocio original para darle más consistencia y futuro al mismo, hasta tal punto que hay mucha gente que considera a este otro señor como el verdadero fundador de la Empresa, pues la original era un pequeño negocio para andar por casa , según dice esa gente. Aun así, podemos decir que se trató del primer refundador de aquella empresa de la palabra. 

         -Debido al crecimiento tan rápido y a los cambios introducidos, el producto perdió algo de la frescura y del tirón original (cada región y cada jefe comercial le daba su impronta personal y cultural) pero se seguía vendiendo bien pues los productos alternativos que existían eran francamente deficientes. Esto no quitaba que cada día se enfrentaran a nuevas dificultades en los nuevos territorios al tener que disputar el mercado a otras empresas que llevaban mucho tiempo establecidas y gozaban del beneplácito de las administraciones públicas.
-Tras muchas persecuciones y dificultades, una gran Multinacional de multiservicios se percató de la fuerza de aquella empresa que aumentaba continuamente sus bases clientelares aunque éstas estuvieran engrosadas por lo general de lo que se denominaba vulgarmente como el populacho o la chusma , y sin duda este crecimiento era debido a la extraña calidad del producto que vendía.

        -El Presidente de la Multinacional le hizo una especie de Opa, y como tenía mucha fuerza e influencia, entró en el negocio como socio mayoritario: lo primero que hizo este Presidente fue dotarla de la licencia para comerciar en toda su inmensa zona de influencia (hasta entonces la mediana empresa operaba de forma un tanto clandestina) eliminando cualquier otra competencia en el negocio de la palabra. En seguida organizó una Asamblea General, que presidió, de todo el aparato directivo donde se modificaron algunos estatutos y se crearon otros nuevos, dirigido todo ello a dar más consistencia y empaque tanto a la empresa como al propio aparato directivo y copiando en gran parte todo el andamiaje administrativo de la Multinacional.  

         -Aquello cambió radicalmente a la empresa, en adelante sería ya una Gran Empresa, que a su vez se convirtió en el soporte y columna vertebral de la Multinacional de la que aprovechaba su introducción territorial y su influencia para expandirse. Tal fue la transformación de la empresa de la palabra que al Presidente de la Multinacional que la promovió se le considera como el Gran Refundador de esta Gran Empresa. 

        -Con el tiempo la Multinacional decayó y se fragmentó en empresas territoriales de multiservicios mientras que la Gran Empresa asumió el rol de la Multinacional extinguida y se siguió expandiendo por el mundo mundial proyectando ahora su influencia y patrocinio a esas empresas territoriales.

        -Como multinacional, la Gran Empresa diversificó el negocio , asumió donde pudo los mercados propios de la antigua Multinacional creciendo desmesuradamente los departamentos de patrimonio y tesorería, se dotó de muchas de sus infraestructuras (palacios, palacetes, aras y santuarios, monumentos, mansiones, territorios completos,..), de toda la parafernalia y la fanfarria de la Multinacional (tronos y sillas gestatorias, mitras y coronas, báculos, anillos, collares y joyas, boato de púrpuras, tiaras pedrerías y oropeles, desfiles solemnes y multitudinarios. etc., etc..), creó para sí o para sus socios las marcas de calidad (ha sido la gran pionera en esta industria) auto concediéndose para sí el título de “Sociedad Perfecta”, para sus socios distinguidos el de “Socio Perfecto”y el de “Socio Súper infalible” al Socio Presidente como si de una empresa certificadora se tratara en el más puro estilo” Juan Palomo” , y todo en línea a mejorar su marketing de Gran Empresa.

         -Se dotó igualmente de medios disuasorios para defender los nuevos y grandes intereses (tanto los referidos al “hardware“ como los de “software“) o se valió de conciertos con empresas territoriales multiservicios sobre las que muchas veces externalizaba los ajustes de cuentas a los considerados como competidores externos o internos.

        -Durante cientos de años ya como multinacional sin competidores importantes, y para mantener el gran tinglado empresarial, fue tejiendo una red inmensa de negocios e intereses donde nada ni nadie se le resistía, desarrolló con mucho esmero y éxito el departamento del “no pensamiento” para conservar la clientela con métodos “sicológicos”, o si había socios o clientes discrepantes, bien se les empujaba a marcharse ( se iban dando un portazo y creando su propia empresa ) o bien se les aplicaba métodos expeditivos tal y como habían hecho otros empresarios en su día con su propio fundador.. 

      -Y así un siglo y otro, y la gente de todo el mundo donde la Gran Empresa dominaba, generó una segunda piel y se le blindaron las neuronas con una película viscosa e impermeable formada de miedo, fanatismo e ignorancia, es decir puro oscurantismo, hasta que por fin….se encendieron las Luces, poco a poco las neuronas se fueron Ilustrando, la oscuridad fue retrocediendo y la Gran Empresa empezó a tambalearse... 

      -¿Y qué pasó de aquel producto original de la pequeña empresa que tanto sedujo a los clientes más desfavorecidos y que se extendió como la pólvora por la faz de la tierra? :era el verdadero “know-how” de la empresa, el tarro de sus esencias y el “gancho” para captar y conservar clientes: el aparato empresarial lo ha conservado como oro en paño para sus campañas publicitarias (aunque ellos no crean en él) pues saben que el “gran tinglado empresarial” en que ha devenido aquel pequeño negocio de la palabra no podría subsistir sin él; pero muchos clientes , cada día con la mente más despejada y que siguen apreciando el producto original, se sienten estafados y denostan el gran cascarón huero y vacío en que, desde hace muchísimo tiempo, se ha convertido la Gran Empresa, traicionando el producto y al propio fabricante-fundador.

FAG/Abril2010