ASOCIACIÓN ANTIGUOS ALUMNOS REDENTORISTAS Y CORO SAN ALFONSO
          ASOCIACIÓN    ANTIGUOS   ALUMNOS   REDENTORISTAS  Y  CORO   SAN   ALFONSO   

RECORDANDO EL SEMINARIO

Un ”breve”  del día 5 de mayo del año 2020

Por Bartolomé Rivas. IX Promoción

 

Hasta dónde nos está estrujando esta situación de confinamiento a las personas que estuvimos en Santafé los años …,  bueno los que ahora estamos entre los 65 y 75 años, o más y tenemos la dicha de disfrutarnos vía Asociación o AA.RR.,  es una reflexión que hago hoy.

Dos son las cosas que, a esta hora de las 12,50 he hecho hoy que me han llamado poderosamente la atención y me han dado un golpe de calor y, casi, nostalgia.

En primer lugar: según lo previsto me he juntado en Puente Verde, con la bici, con dos buenos amigos también practicantes del mismo deporte. Por cierto que a la salida del garaje me he tropezado con Pepe del Río; resulta que tenemos la plaza de garaje en el mismo edificio, aquí en el barrio Fígares.

Teníamos previsto hacer nuestra primera salida con las bicis y siendo absolutamente respetuosos con las disposiciones que regulan nuestro enclaustramiento de franja horaria: sólo entre las 8 am y las 10 am (desechado el horario nocturno) y sin superar los límites que tiene nuestra Granada, ciudad.

El recorrido hecho (16 kmts, cuando lo normal es entre 40 ó 50) me ha resultado extraordinario. Sí. Literal: Extra-ordinario.

Hemos subido por la cuesta Escoriaza hasta la Alhambra, Cementerio, Llano la Perdiz, Reloj del Sol. Magnífica mañana, no mucha gente, distancia entre los tres… Y regreso: Alhambra, bajada por la Cuesta de los Chinos, Fuente del Avellano, Cuesta del Chapíz y tomando San Juan de los Reyes a la izquierda de nuevo hacia la Audiencia y Plaza Nueva. A casa.

Esta es la crónica breve de dos horas de paseo por una ciudad que, sin ser Santafé, marcó mi infancia.

 Nuestra infancia.

Con nueve años me llevaron mis padres a Santafé, “un pueblo histórico (sic de lo que le oí a mi maestro de escuela en aquella circunstancia) de la provincia de Granada”. Ya, en cuarto de bachiller, tuve la mala suerte de romperme la muñeca izquierda, tanto el cúbito como el radio. La caída fue de producto de la chulería de mis catorce años. Era un día lluvioso y en aquellos sótanos reservados para jugar frontón en días normales y a ping-pong (un par de mesas los días de lluvia) y algunos “patinistas”; no me atrevo a calificar de patinadores a aquellos juvenistas. El caso es que, sin quitarme los patines, subo las escaleras (urgencias de “aguas menores”) voy al baño, meo, y, de nuevo empiezo a bajar las escaleras con tan mala fortuna que uno de los patines toma vida propia, pierdo el equilibrio y caigo hacia atrás. Para sujeción y apoyo utilicé mis manos. Oí el ruido, me miré mi muñeca y aquello era un 8 en horizontal (el signo de infinito debe estar en el ordenador por algún sitio que no localizo…). Gritos, llanto, y … ayuda: el primero en llegar fue el hermano enfermero (del que ya no recuerdo el nombre) e inmediatamente después Pazo.

Me llevaron casa Benjamín (compañero nuestro y natural de Santafé) cuyo padre era ATS o médico. Yo siempre creí que era médico pero mi amigo y compi de curso Carlos López Sánchez me asegura que era ATS. Escayola y dictamen: al haberse roto los dos huesos hay que cambiarle la escayola cada semana…en Granada.

Fui paquete obligado con el P. Arnáiz en varias ocasiones pero mi portador habitual fue Enrique Pazo. El primer día que me trajo a Granada paró y aparcó la vespa delante del Ruiz de Alda (hoy, Hospital Universitario Virgen de las Nieves). Yo con mi brazo en cabestrillo, asustado. No había visto un edificio así de grande, de tantas plantas, con tanta gente nunca en mi vida.

La Catedral de Jaén era de una planta y el Galerías Preciados (al que me había llevado mi madre alguna vez en Jaén eran otra cosa…). Entramos (en aquellos tiempos las visitas no eran “libres” sino muy vigiladas…y fuimos donde estaba la centralita (luego, recepción) en un cuartito junto a la entrada pasado ya el hall de entrada). “Buenos días señorita -dice Pazo- puede llamar usted a la srta. Carmen Linares -sic-“ Tardó dos minutos y Enrique en aquella espera no me dijo ni mú. Era guapa, entre 30/40 años. La veo todavía y la cantaora que lleva su nombre y apellido bien podría ser su hija.

“Quién me llama?”

  Pazo -sin dejar hablar a la telefonista-recepcionista. “Hola buenos días, este es el chico que se rompió el brazo la pasada semana en Santafé. Según nos dijeron aquí está para la cura”, “Ah, muy bien.

Hola hijo ¿te duele?. Pasa conmigo, ésto no es nada…”

Pazo: “Te dejo con ella. Cuando acabes te vas donde he aparcado. Si no estoy, te esperas. Ya llegaré.

Estuvo cuando salí, después de haberme puesto otra escayola.

La siguiente vez: llegamos, detuvo la vespa, me bajé y me dijo: “aquí nos vemos”. Arrancó y se fue. Aquel Ruiz de Alda se me cayó encima…¿qué hago ahora, yo? … Pues aquellas 6 o 7 visitas (las últimas en el tranvía y solo) a esta ciudad era mi retrato de Granada.

Cuando salí del Noviciado y para que me constara el aprobado en la cartilla de escolaridad de 5º y 6º tenía que aprobar en el Instituto P. Suárez la reválida de 6º. Mi salida fue en vísperas del Corpus y de reválida podía examinarme en Septiembre. Aprobé. Tenía que hacer PREU y en Jaén no cabía la posibilidad. Granada, mi pensión de antes, en la calle Mesones. En la misma calle de la Acedemia PROGRESO, junto a los restaurantes el PAIZ y La Plata,  con muy fácil acceso a la Iglesia de los Sagrados Corazones, en Granvía, y alguna visita a nuestro Santuario (un día me tropecé con Rojo Pollán…). Lo prioritario eran los estudios y a la “Chumbera” no sé si me subieron en un par de ocasiones. El tranvía a la Sierra sí que lo cogí varias veces…

Fue todo mi conocimiento de Granada. Ciudad de la que confieso mi enamoramiento. Soy de un pueblecito de Jaén, con su historia, he conocido por mi trabajo -fundamentalmente- Europa completa, América del Norte y del Sur, de África unos cuanto países. A Irán he tenido que viajar, durante un periodo de tres años casi una vez al mes…Todo eso para concluir que como Graná y mi paseo de hoy refuerza el sentimiento, no hay dos. Es la primera en todo. Hemos vivido en Córdoba cuatro años y en Madrid desde el 78 al 2016. No lo digo tan ingenuo como cuando me bajó Enrique de la Vespa delante del Ruiz de Alda. Pues hasta aquí la primera foto de hoy.

Voy con la segunda: mi tiempo actual lo ocupa en primer lugar las necesidades familiares, vosotros, algunos libros, sudokus, y la bici.

He tenido el placer de descubrir la poesía de algunos compañeros nuestros y leerlos: Juan Antonio Haro, Samuel, Pepe del Río y tantas y tantos ilustres de “Cumbre” que siguiendo su instinto y las directrices que nos daban escribieron cosas que, leídas hoy, gustan. El hecho es que, llegado del paseo, duchado, desayunado, hechos los deberes de reponer frigo, etc y, ya disfrutando mi tiempo he releído a Juan Antonio y su poesía del día 1 de mayo. La adjunto porque no encuentro adjetivos. La vuelvo a leer y veo la desolación del enclaustramiento. ¿Necesario? ¿Justificado?...Pues es un hecho. Como el que Juan Antonio narra y a partir de ahí…

Un placer haber hecho este “breve” de este día para y con los amigos.

Bartolomé Rivas

05-05-2020

Fecha de inicio: 21/04/2017

booked.net

CLIC PARA IR FOTOS DE LA CELEBRACIÓN

CLIC

en la Imagen

Revisión

 Diciembre 23

Pulsa para OIR Música

IR AL CORREO DEL AUTOR de la WEB

Código QR enlaza a un sitio web. Este es el de la Asociación. 

web  IONOS. Nºcontrato65028209. Creado:   21/04/2017

Realizada por Luis Mesa Castilla,  Colabora Bartolomé Rivas ambos AARR

Google
LM
Versión para imprimir | Mapa del sitio
© Asociación A.Alumnos Redentoristas de Granada LMCastilla