INAUGURACIÓN DEL RETABLO A LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO EN SANTA MARIA LA MAYOR DE HUÉSCAR.   

RETABLO DONADO POR LA FAMILIA GALDÓN.

                                      27 DE JUNIO 2022

DON CARLOS GALDÓN nos dirige unas palabras explicado  el por qué del Retablo que su familia ha costeado              

           Señor Obispo de la Diocesis de Guadix, D Francisco Jesús,  Señor Vicario de la Diócesis de Guadix, Señor Superior de los Redentoristas de Granada, Don Laurentino, Señor Parroco de la Colegiata de Santa María la Mayor de Huéscar, D Jose Antonio. 

           Queridos feligreses de Santa Maria La Mayor, -aunque nos fuimos de Huéscar, en 1960,  seguimos teniendo a esta ciudad y a los oscenses en nuestro corazón-.

            Queridos amigos y  familia que nos acompañáis, especialmente quiero mencionar a Tía Carmen y a Tía Angustias, hermanas de mi madre y que, a pesar de su edad, han querido estar con nosotros en un día tan señalado.   

Queridos hermanos, hijos, sobrinos y nietos. 

              Tras casi 7 décadas del milagro que tuvo lugar en 1955, atribuido por mis padres a la Santísima Virgen María , bajo la advocación del Perpetuo Socorro, por fin hoy se cumple su deseo de poder  honrar a la Virgen con un retablo precioso como el que hoy se bendice. 

            Era el mes de julio de 1955 y la quinta de mis hermanos acababa de nacer.   

            Mi padre se encontraba en America por un viaje de negocios. 

            Éramos ya cinco hermanos y yo , el mayor, tenía cinco años. A los tres mayores nos llevaron a Granada a casa de mis abuelos. 

            Mi madre dio a luz en Huéscar, el 18 de Julio, donde estaba con la cuarta hija que todavía no tenía dos años. 

           A los pocos días mi madre observó que tenía fiebre muy alta y no se mantenía de pie. 

Entonces se trasladó con urgencia a Granada.

            Desde entonces no se me ha borrado la imagen de la memoria de ver a mi hermana, de dos años, tumbada en la mesa del comedor de casa de mis abuelos  en Granada y, el médico, con una aguja le pinchaba las piernas y aquella niña carecía completamente de sensibilidad, no sentía nada. 

           Se le diagnosticó Parálisis Infantil, también conocida como Polio o Poliomielitis. 

            En aquellos años España sufrió una pandemia de esta enfermedad, y muchos niños quedaron paralíticos e incluso, la mayoría, en silla de ruedas para toda su vida. 

La incidencia de esta enfermedad fue especialmente importante en Huéscar. 

Poco después se descubrió la vacuna de la Polio, siendo obligatoria su administración a todos los niños, consiguiendose erradicar esta enfermedad en los países europeos en el año 2003. 

           Mi madre se encomendó a la Virgen y rezó muchos Rosarios  y Novenas a la Virgen del Perpetuo Socorro. 

Puso la curación  de su hija en sus manos y nos contaba que un día se quedó muy tranquila cuando, al terminar de rezar el Santo Rosario, sintió que la Virgen le había escuchado. 

No obstante, siguió las instrucciones del médico. 

            A  las pocas semanas, el 15 de Agosto, día de la Asuncion, milagrosamente mi hermana se curó.   

Recuerdo la jaculatoria, que seguro que todos conocéis, y que mi madre repetía continuamente : “Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío, Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío, Sagrado Corazón de Jesús reina, Virgen del Perpetuo Socorro rogad por nosotros, salud de los enfermos dadnos la salud de alma y cuerpo” y que desde entonces mis hermanos y yo hemos repetido tantas veces.  

           Como consecuencia de ello la Virgen ha estado viviendo en nuestros corazones toda la vida y , en agradecimiento, mis padres decidieron encargar un cuadro a la misma autora, Encarnación González, del cuadro que preside el altar mayor de la Iglesia de los Redentoristas de Granada, y donarlo a la Colegiata de Santa María la Mayor de Huéscar.  

           Siempre mis padres pensaron que el cuadro quedaba un tanto desangelado pero, las dificultades económicas por las que pasábamos en esos momentos, no les permitían hacer el Retablo que ellos deseaban. 

Gracias a Dios, hoy ha sido posible cumplir su deseo y ellos lo están viendo desde el Cielo. 

Para finalizar, le pido a nuestra Madre del Cielo, a la Virgen del Perpetuo Socorro, por todos los presentes, por nuestras familias y amigos, para que nos siga guardando y protegiendo y, al final de nuestras vidas, nos lleve al Cielo con su Hijo nuestro Señor Jesucristo.

                                     Amén.            Carlos Galdón