BIOGRAFÍA
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Según una tradición cristiana medieval recogida en la leyenda de los siete varones apostólicos y el Códice Emilianense, documentos del siglo X basados en textos más antiguos, fue uno de los siete varones apostólicos, discípulos del apóstol Santiago enviados a evangelizar a Hispania por san Pedro y san Pablo. Es considerado primer obispo de Ilíberis y desde finales del siglo XVI venerado como patrono de Granada y su archidiócesis.
Tras la Reconquista, basándose en la tradición medieval y buscando enlazar la nueva Iglesia de Granada con sus más remotos orígenes en la comunidad cristiana de Ilíberis, una de las primeras parroquias creadas en la ciudad fue la de san Cecilio, aunque se veneraba a san Gregorio Bético o de Elvira como patrón.
La extraordinaria aparición entre 1588 y 1599 en la torre Turpiana y en el Sacromonte —entonces monte de Valparaíso—, de una serie de reliquias, entre ellas las supuestas cenizas de san Cecilio, una lámina que indicaba que su martirio tuvo lugar en el monte Ilipulitano en el segundo año del imperio de Nerón y los Libros plúmbeos, intensificaron la devoción y el culto al santo obispo en Granada. A pesar de la polémica suscitada por los hallazgos, considerados actualmente un intento sincrético de la comunidad morisca para evitar la expulsión que finalmente acabó produciéndose, un concilio local celebrado en 1600 declaró auténticas las reliquias encontradas, mientras que los Libros plúmbeos, tras numerosas vicisitudes, fueron declarados falsos y condenados por un breve apostólico de Inocencio XI en 1682. A raíz de estos acontecimientos, se cambió la fiesta litúrgica de san Cecilio del 1 de mayo, fecha en que se celebraba junto a los otros seis varones apostólicos, al 1 de febrero, fecha del martirio según una de las láminas encontradas. Para venerar los restos, se creó, con el impulso del arzobispo de Granada Pedro de Castro, la Abadía del Sacromonte, lugar donde actualmente se conservan. Aunque no se proclamara oficialmente como tal, san Cecilio ha sido considerado desde entonces patrono de Granada y su archidiócesis.
En Hispania meridional, conmemoración de san Cecilio, obispo de Illiberis (hoy Elvira, Granada).
San Cecilio fue el primer obispo de Granada cuando, bajo la dominación romana, se llamaba todavía Illíberis. Fue uno de los que la tradición llama
"varones apostólicos" enviados a España por San Pedro y San Pablo a predicar el evangelio. Los otros seis son: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio y Hesiquio.
La vida de todos ellos está oculta tras los velos de la leyenda transmitida oralmente. Se sabe a ciencia cierta que San Cecilio fue obispo de Illíberis, que escribió algunos tratados para instrucción de los fieles y que sufrió martirio bajo la dominación de Nerón, supuestamente quemado en el monte Illipulitano. Pero la larga dominación árabe destruyó todos los rastros de cristianismo. Granada estuvo bajo los sarracenos casi ochocientos años; no los suficientes para perderse la memoria y la tradición, pero sí para no quedar ni rastro de documentos ni reliquias. San Cecilio es patrón de Granada, y su fiesta se celebra el 1 de febrero.
POR QUÉ SAN CECILIO ES PATRÓN DE GRANADA..?
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▪️Fue el primer obispo de Granada cuando la ciudad, aún bajo la dominación romana, se llamaba Ilíberis, y murió martirizado en un horno de cal en el monte Ilipulitano,
junto al valle del Darro, asesinado por los soldados del emperador Nerón por no renegar de su fe en Jesucristo.
Historia, tradición y leyenda se dan la mano en el Sacromonte cada mes de febrero cuando la ciudad celebra la romería de San Cecilio. Ya el Santo Patrón es en sí historia y leyenda. Fue el primer obispo de Granada cuando la ciudad, aún bajo la dominación romana, se llamaba Ilíberis, y murió martirizado en un horno de cal en el monte Ilipulitano, junto al valle del Darro, asesinado por los soldados del emperador Nerón por no renegar de su fe en Jesucristo. Tengan un recuerdo para él y para sus compañeros mártires cuando el día de la romería afronten las siete cuestas que suben hasta el templo abacial.
La historia también cuenta que, en 1595 en este monte de Valparaíso, «monte pelado de piedras azules», varios buscadores de oro encontraron una mina que los cristianos cerraron y taparon tras la conquista árabe para que sus riquezas no cayeran en manos enemigas. En ella, aparecieron unos restos humanos junto a una lámina de plomo que, en extraños caracteres grabados a buril, contaba el martirio que sufrió un tal Mesitón y que estaba enterrado ahí mismo.
El impacto que produjo en Granada tan sorprendente descubrimiento no sería más que el modesto comienzo de una vertiginosa serie de nuevos hallazgos que, el entonces arzobispo de Granada Pedro de Castro, entusiasmado, se encargaría de patrocinar y financiar. A los cinco días se localiza una nueva plancha esta vez con la historia de Hiscio, discípulo de Santiago, que había padecido martirio de fuego durante el segundo año de reinado de Nerón. Valparaíso se convertía así en un «Monte Sagrado». El tercer plomo encontrado narra la muerte de Tesifón, otro discípulo del apóstol que, según la lámina sepulcral que acompañaban a estos restos, era un árabe que antes de su conversión se llamaba Aben Attar.
Las excavaciones continuaron y poco despues descubrieron unos libritos de hojas redondas de plomo, conservados en piedras horadadas. El arabista Miguel Hagerty, autor de la primera versión castellana de los libros plúmbeos, al reconstruir la historia de aquellos descubrimientos, cuenta cómo el propio Ambrosio de Vico, maestro mayor de las obras de la Catedral y autor del primer plano de la ciudad, fue también testigo de uno de esos hallazgos como también lo fue la niña Isabel Ruiz, que encontró la plancha más significativa, la que sería la primera piedra de la Abadía: una lámina cuya inscripción latina informaba del martirio de San Cecilio en aquel lugar, el 1 de febrero del año 55. Se encontraron un total de 22 libros de plomo.
El Sacromonte, «convertido en relicario de los restos» del patrón de Granada y de otros once mártires de la fe cristiana, como lo definió en un artículo publicado en este periódico el profesor Roldán Hervás, se convirtió en un lugar de peregrinación para la ciudad que llenó de cruces la colina que subía hasta el Sacromonte mientras don Pedro de Castro asumía la ingente tarea de levantar junto a las cuevas, una gigantesca Abadía. «Granada por poco no se consume en llamas de devota alegría por las noticias de su patrono», escribe Hagerty. Al mismo tiempo hay quien niega en rotundidad la veracidad de lo que cuentan esos plomos. A esta apasionada confrontación Pastor de los Cobos la llamó ‘Guerras católicas granatenses’.
??Historia escrita en plomo
El descubriento de los libros plúmbeos llegó en un momento crucial de la historia. En 1568 los moriscos de las Alpujarras se rebelan y la orden de su expulsión estaba cerca (lo ejecutaría Felipe III en 1609). «Con los libros religiosos legados por Valparaíso, los moriscos del antiguo reino de Granada no pretendieron más que provocar una opinión favorable a su causa, que no era otra que la de continuar viviendo en la tierra que les había visto nacer», escribe César Girón. Los libros querían demostrar que existía una tradición cristiana en Granada anterior a la dominación musulmana. Y casi lo consiguen. Pero mientras que el Vaticano avaló la autenticidad de las reliquias, consideró heráticos los plomos que fueron trasladados al Vaticano en 1642 y devueltos a la ciudad tres siglos despues. Estamos en la «ancha zona de los misterios de la historia» como apuntó Juan Sánchez Ocaña en un artículo escrito en IDEAL. Hoy se consideran unos documentos «falsos históricos» que «fueron escritos por extraños y depositados en aquellos parajes con una intención».
??Fiesta popular
En 1599, ante el temor de que la ciudad sufriera una epidemia de peste que asolaba la Península, el Cabildo de Granada ofrece a su Patrón el voto de subir cada 1 de febrero al lugar donde estaban depositadas sus reliquias y honrarle con una ofrenda de incienso y flores.
Esta es la historia, y la leyenda, que está detrás del sabor de las tradicionales habas, las salaíllas y la típica tortilla sacromontana. Detrás de la fábula que casa a los solteros que besan la piedra negra y descasa a los que rozan la blanca que guardan las Sagradas Cuevas. Detrás de los romeros que suben las Siete Cuestas para disfrutar de uno de los parajes más bellos de la ciudad.
Así será la romería de San Cecilio en Granada este 2023
Se repartirán, de manera gratuita, 4.500 tortas salaíllas, 180 kilos de bacalao troceado y 1.000 kilos de habas verdes y frescas
Imagen de archivo de la romería de San Cecilio en Granada ABC
ÁLVARO HOLGADO Granada
La romería de San Cecilio volverá a celebrarse en todo su esplendor tres años después. La pandemia y el miedo a los contagios ensombreció el que es por sí solo uno de los días de fiesta más celebrados en Granada, la de su patrón. Con más de cuatro siglos a sus espaldas, la romería se celebra desde 1599, año en que, curiosa la paradoja, una peste asoló Granada y de la que, según la tradición, se salió por invocación al santo patrón.
La vuelta a normalidad, sea como fuere, se celebrará por todo lo alto. Según han informado desde el Ayuntamiento, se repartirán 4.500 tortas salaíllas, 180 kilos de bacalao troceado y 1.000 kilos de habas verdes y frescas en el encuentro del Sacromonte.
Los actos institucionales de la festividad comenzarán ya por la mañana, a partir de las once. Todo volverá a la tradicional actividad. La corporación municipal, los comisarios sacromontanos e instituciones civiles y militares de la ciudad cumplirán con el ceremonial y voto a San Cecilio y con la tradicional visita a las cuevas y ofrenda floral a los santos mártires.
A partir de la hora señalada, la comitiva municipal, escoltada por los cuatro maceros de la ciudad, partirán por el Camino Viejo del Fargue hacia la Abadía, donde llegarán, se tiene previsto, sobre las doce. Allí, a su llegada, serán recibidos por la Banda Municipal de Música, que interpreta los himnos oficiales de la ciudad.
Posteriormente, los miembros de la Corporación Municipal pasarán al interior de la Abadía, donde tendrá lugar la celebración de la misa que estará oficiada por el nuevo arzobispo de Granada en su primer día grande en el cargo, José María Gil Tamayo.
Libros plúmbeos y habas
Será una vez terminada la celebración eucarística, en la explanada de la Abadía, donde comenzará la tradicional parte festiva de la fecha. Habrá habilitado un escenario y una barra para atender a todos los romeros, vecinos y visitantes que quieran celebrar la fiesta. Será allí además donde se procederá al reparto gratuito de las habas, las 'salaíllas' y el bacalao.
La tradición manda visitar las catacumbas con las reliquias del santo patrón, que es gratis este día. Se podrán visitar los libros plúmbeos, uno de los tesoros escondidos y parte fundamental del patrimonio sacromenteño. Se trata de unas falsificaciones de moriscos, de las más famosas del mundo y que llegaron a denominarse como quinto evangelio. Se creía que habría sido revelado por la Virgen en árabe para ser divulgado en España. Fueron devueltas por el Vaticano a Granada hace ahora un par de décadas y apenas se pueden visitar a excepción de en este día tan señalado.
Habrá tiempo para hacerlo, pues la jornada en la falda del Sacromonte durará todo el día. Todo con las mejores vistas y todos los elementos tradicionales y singulares de esta festividad, por fin sin impedimentos ni restricciones.